29 enero, 2011

olutíT

No sé mucho acerca de las razones o las fuerzas, ni siquiera sobre los motivos que me llevan a escribir. Solo que debe ser una fuerza de la misma intensidad pero de sentido contrario a la que lo evita, a la que me frena a hacerlo. Como ahora. Las fuerzas están ahí. Prometo que estoy quieto. Parado aqui; sólo mis dedos se mueven. Mis brazos algo también....Mis párpados se cierran en secreto, haciéndome inconsciente de su quehacer. Mis ojos también enfocan constantemente, aunque no son ellos los que mandan. La orden viene de arriba.

Con embargo me doy cuenta que es una ilusión, este pensamiento furtivo pues, es mi cuerpo el que me lleva a escribir, él es el que vive y respira por mí. Las costillas se expanden, los músculos intercostales ayudan, los pectorales y serratos, el trapecio y el cuadrado; el vacío que se crea en el interior asemeja quietud y es en cambio el movimiento en mayúsculas. Al igual que las olas en la playa, que vienen y van, eternamente, y en silencio si no se las escucha.

Aparecen nuevas ideas, desaparecen otras antiguas ya, las olvido o las aparto, las escondo y las destruyo. Sopla el viento fuera, avisa el vendaval de su llegada. Solo el cristal es testigo. Y yo me digo, ¿que haces ahí parado amigo mío? Érguete e camiña.




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