14 noviembre, 2011

La Luna y el Coco


Empezaria diciendo que me queda un mes mal contado en este pais ultra atlantico, que son 38 dias de alegrias, que bendito el dia en que se conocieron mis padres, y mis abuelos , y bises, y tataras....
Lo cierto es que al final empezare diciendo que seran unos 40 dias de aprendizaje vital, de experiencias unicas, como la de ayer.

Solo se aprende una vez a abrir cocos, no?
Sali por la tarde, era temprano cuando llegue al malecon (The sea wall). El oceano estaba quebrado, bravo y marron, el viento soplaba fuerte, en una sola direccion, y entre las multiples cosas que se veian en las rocas encontre 4 cocos esperandome, cercanos unos de otros, y supe habian sido enviados por algun mensajero arboreo, recorrido miles de millas marinas para incrustarse, depositarse como granos de polen, en las ranuras que todavia existen entre las piedras de aquel ventoso lugar.
Lo mas dificil es abrirlo pero al final, no con poco esfuerzo, comi y bebi.
El coco es un delicioso fruto excelente para el sistema nervioso, el tejido muscular y los huesos debido a su contenido en calcio, fósforo y magnesio, potasio, vitamina E, Vitamina C, ácido fólico... Su pulpa es rica en fibra y proteínas.
El agua de coco contiene vitamina B y otros minerales, lo cual la convierte en excelente restaurador de los electrolitos en el cuerpo, que se pierden en estos lugares tropicales por una excesiva sudoración.
Al llegar la noche regrese a las rocas. No tardo en aparecer. Ardiente en el horizonte ya entre tinieblas se adivino un resplandor cobrizo, un fulgor lejano, capaz de mover mareas enteras, capaz de desplazar mares y oceanos, y capaz de sonreir al recien llegado. Aqui estoy -dijo- No creerias que no vendria a recibirte? Aunque no conozco tu lenguaje terrenal, compartimos un sentir cosmico que nos iguala y nos pone en estrecha relacion . Tambien he visto que te llaman lunatico, sera por algo, a mi no me enganhas... He visto que te llevabas los cocos, he visto que me mirabas atento y que te preguntabas si soy eterna. Has de saber que aunque me eclipsen, estare aqui por siempre, yo, no te fallare.


Hasta manhana pues.... Si no me ves, esperame, no, tardare



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